
Esta salsa de tomate como ingrediente en bastantes recetas o como guarnición (mis hijos lo usan como "lubricante" para tragar las comidas que nos les gustan), así que prepararla es uno de los deberes que tengo fijos cada fin de semana. Se conserva bien durante unos cuantos días en la nevera (a unos 4ºC y en un recipiente cerrado, a ser posible de cristal). Para ir utilizándolo, sacar la cantidad necesaria con una cuchara limpia.
![]()
![]()
Ingredientes
1 Kg de tomates maduros
1 cucharada sopera de Aceite de oliva
1 cucharada sopera de Azucar
Sal
Pimienta (opcional)
Preparación
Hacer una cruz superficial en el culo de los tomates, pasarlos 20 segundos por agua hirviendo y enfriarlos sumergiéndolos en agua fría. Pelar los tomates (la piel sale sola), trocearlos y triturarlos con la batidora. También se puede utilizar tomate natural envasado, ya sea triturado o entero (que, por supuesto, tendremos que triturar)
Poner en una sartén el aceite de oliva, poner a temperatura media, y añadir el tomate, el azúcar, la sal y la pimienta (opcional)
Tapar la sartén con una tapa que tenga salida para el vapor y dejar dejarlo a fuego medio durante unos 30-40 minutos (depende de los tomates usados). emover cada 10 minutos con una cuchara de madera.
Cuando haya adquirido la consistencia y color deseados, retirar del fuego y rectificar la sal o el azúcar (si hace falta)